Una jornada de casi 500 kilómetros de enlace con la capital. Lo más destacable, cosa que ya es habitual, han sido los paisajes y las luces. Pasamos por zonas cristianas y musulmanas, por diferentes mercados y por diferentes grupos étnicos.
Ya estamos en Addis y supongo que en pocas horas ya estaré volando de regreso a Casablanca.
Todo ha sido muy intenso, las gentes, los paisajes, las situaciones, las comidas e incluso algunos hoteles de los cuales mejor casi no recordar. Ahora es cuando empezarán a llegar a mi mente imágenes y experiencias que, aún con más fuerza, me tienen enganchado a este país. Supongo que mi próxima visita será en febrero para recorrer gran parte del país con la I Expedición Cuna de la Humanidad.