Hombres y mujeres, marroquíes y españoles, todos dispuestos el 16 de septiembre a tomar la salida de una carrera que nace con el único fin de crear una competición que permita descubrir y potenciar la grandeza oculta del valle del Draa.
El Lodge Hara Oasis, cerca de la localidad de Agdz, es el punto de salida y de llegada. Tras el pequeño briefing explicativo sobre las características de la ruta, todos se disponen a realizar los estiramientos antes de lanzarse a la búsqueda de los lugares de paso obligatorios.
Las kasbas, antiguas fortalezas de barro, y el río Draa, servirán de hilo conductor para los participantes. No se trata simplemente de correr. El itinerario de la carrera enlaza los enclaves históricos y naturales de mayor relevancia de la región.
Algunos de los corredores españoles están muy curtidos después de participar en las más importantes maratones internacionales. Los corredores marroquíes no se quedan atrás y ya conocen lo que es sufrir en la Marathon de Sables, una de las pruebas más duras del mundo y que también se celebra en Marruecos.
El recorrido es de lo más variado. Las ruinas del pueblo judío de Hara constituyen el primer punto de paso obligatorio. A partir de ahí les esperan 15 kilómetros en los que antiguos pueblos de barro, kasbas del siglo XVII, el primer cuartel de los franceses en Marruecos, tumbas de santones y una población asombrada al paso de los deportistas, minimizan la dureza de la prueba.
Aridez y espesa vegetación, asfalto y arena, piedras y campos de cultivo, zonas planas y subidas y bajadas… El terreno cambia conforme se avanza en la ruta. Además, el efecto de las elevadas temperaturas obliga a controlar el esfuerzo para evitar la deshidratación. Los pozos y fuentes encontrados en el camino son de gran ayuda.
Los participantes se sirven de un teléfono y una hoja de ruta con fotografías de los diferentes puntos de paso obligatorios para trazar su itinerario. Con la ayuda del teléfono y su GPS pueden introducir las distintas coordenadas que les marcará la dirección a cada uno de ellos. La cámara del teléfono sirve para certificar el paso por cada uno de dichos puntos.
Después de 1 hora y 54 minutos, el primer corredor llega a meta atravesando las aguas del Draa. Algunos han tenido que emplear un sistema de orientación más básico. Preguntando a los aldeanos y con las fotos de los puntos de paso en la mano, consiguieron cumplir el recorrido.
Después de esta primera experiencia, algunos participantes como Susana y su marido Javier, que además cumple 60 años, están dispuestos a que este primer ensayo sirva para generar una nueva competición que, por qué no, pueda encontrar un hueco en el calendario internacional. Ilusión y ayudas no creo que falten. Al final, una buena ducha en los jardines de Hara Oasis y una comida, cierran el primer encuentro deportivo entre marroquíes y españoles en esta zona de Marruecos. Ahora… a preparar la siguiente.
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Recién aterrizados en casa, en Madrid, leemos la crónica sobre nuestra carrera y al ver a los compañeros marroquíes y españoles que participamos en ella y las magníficas fotos de Juan Antonio, no podemos dejar de pensar en la organización de la próxima… de momento, es tiempo de disfrutar estos recuerdos, descansar y agradecer a todos, especialmente a Javier y Susana, cada uno de los momentos vividos.
Fantastico!!!
Felicitaciones a todos los heroes que cumpliron esta super prueba!
Da gusto veros!!!!!
Un abrazo fuerte.